Mindfulness es una forma de ser en el mundo; es en realidad una forma de vivir. Es alejarnos de nuestras tendencias a estar en piloto automático, de nuestra propensión a preocuparnos por lo que vendrá después o lo que ya sucedió, y traer conciencia
deliberada al momento presente. Es una forma de relacionarnos con nuestra experiencia con curiosidad, atención y sin juzgar.
¡La vida ofrece muchas oportunidades en nuestra rutina diaria para desarrollar nuestra práctica de mindfulness! Hay muchas prácticas bajo el paraguas de mindfulness. Meditar es una de esas prácticas.
Aquí tienes una excelente manera de comenzar a meditar si solo tienes unos minutos: te invito a que consideres llevar mindfulness o la atención plena a tu próxima taza de café. Aquí tienes algunos de los pasos que puedes seguir:
- Observa tu intención de tomar una taza de café. Siente tu cuerpo mientras te pones de pie, observa las sensaciones de tus pies tocando el piso mientras caminas. Conviértete en el observador de las sensaciones de tu propio cuerpo.
- Trae tu conciencia a las diferentes sensaciones en tu lengua en anticipación a la deliciosa taza de café que beberás. Siente la boca hacerse agua.
- Mientras viertes el café en la taza, observa el sonido, el aroma, el color, el vapor ascendente y el calor de la taza mientras la sostienes. ¿Cómo se siente la taza en tus manos?
- Si agregas azúcar y / o crema o leche, observe cómo se mezclan con el café y se disuelven en una nueva combinación de colores.
- Mientras tomas el primer sorbo, concéntrate en el sabor. Disfruta el sabor del café en tu boca, la calidez. Es dulce o amargo? Cierra los ojos si eso te ayuda a concentrarte mejor.
- Trae atención deliberada al momento de tragar y siente las sensaciones de tu café bajando por tu garganta.
- ¿Puedes sentir el regusto? ¿Que notaste?
- Observa si estás disfrutando este momento, o si te sientes apurado por terminar, y por qué. Qué sensaciones en tu cuerpo indican tu estado emocional?
Tu mente se va a perder en pensamientos quizás muchas veces durante este proceso, y eso es muy normal. Es lo que a nuestras mentes les gusta hacer: A nuestro cerebro le gusta pensar. No luches contra tus pensamientos. Solo déjalos ir sin apegarte a ellos. En el momento en que te des cuenta de que tus pensamientos te están alejando de este momento presente, regresa tu atención a tu taza de café y a cómo te relacionas con ella.
También puedes notar que tienes prisa por terminar esta forma de tomar su café: “Esto es una tontería. Tengo mucho que hacer.” Observe tu resistencia hacia la experiencia. Si ese es el caso, ¿en qué parte del cuerpo sientes esa irritación? ¿Qué pasa cuando lo notas? ¿Puedes relajarte?
Cualquier cosa que experimentes durante la meditación está bien. No hay nada malo. Solo notamos lo que surge y nos convertimos en testigos de nuestra propia experiencia, brindando una conciencia gentil a lo que sea que surja.
Estas son solo sugerencias. Ciertamente puedes abrirte a diferentes pasos. Lo más importante es traer interés y curiosidad a esta actividad que normalmente realizas en piloto automático y observar cómo cambia tu experiencia.
A medida que llevas la atención plena a este momento de tu día, estás construyendo neuro-conecciones en tu cerebro que entrenan tu capacidad para concentrarte y enfocarte. Al mismo tiempo, al permanecer en el momento presente, te estás brindando el regalo de reducir la velocidad, cambiando del piloto automático a un estado meditativo del ser que te traerá una sensación de calma, tranquilidad y la libertad de elegir cómo quieres experimentar el resto de tu día.
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Gracias!!
Monica